LA AMENAZAS INDÍGENAS SEGÚN LA CIA por Jesús Q. Alemancia de Panamá.

Como un ejercicio más de su poder imperial, los Estados Unidos, a través de su Consejo Nacional de Inteligencia, un organismo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) dio a conocer su informe "Tendencias Globales 2015". El diario La Jornada de México, publicó extractos del documento el pasado 19 de diciembre y el 31 lo hizo El País de España.

Según la CIA América Latina tiene una nueva amenaza que enfrentar, los movimientos indígenas de resistencia. Señala que "Tales movimientos se incrementarán, facilitados por redes transnacionales de activistas de derechos indígenas, apoyados por grupos internacionales de derechos humanos y ecologistas bien financiados" y agrega, "Las tensiones se intensificarán en un área desde México a través de la región del Amazonas...".

En 1999 un balance similar dio a conocer el Centro de Estudios e Investigaciones Militares de las Fuerzas Armadas de Chile en el documento "El conflicto Mapuche y su Impacto en la Seguridad Nacional"; la activa resistencia del pueblo mapuche frente al gran capital internacional que expolia sus tierras y destruye sus recursos naturales se transformó en un tema de seguridad nacional.

El balance del documento es contundente, los mapuches son un problema de seguridad porque en "primer lugar, afecta el orden interno y la tranquilidad pública del país, a través de diversos llamados que los dirigentes del movimiento han efectuado a transgredir el ordenamiento jurídico. En segundo término, porque durante su desarrollo se ha pretendido, no sólo limitar, sino también vulnerar el derecho de propiedad consagrado por la Constitución. En tercer lugar, porque han existido claras manifestaciones de extrapolar el conflicto local al plano nacional, incluso con la participación de elementos foráneos, como son los voluntarios internacionales y organismos extranjeros que tienen interés en la reivindicación de minorías a lo largo del orbe".

La historia reciente del movimiento indígena continental, en especial durante la última década del siglo XX (el levantamiento armado zapatista en Chiapas, las grandes movilizaciones indígenas en Ecuador, los procesos políticos abiertos por los indígenas en Colombia en medio de una guerra interna, los conflictos por recursos naturales en la costa atlántica de Nicaragua, la resistencia aymara en Bolivia frente a la política antidrogas del Presidente Banzer) preocupa a los formuladores de la política de seguridad hemisférica de los Estados Unidos.

Los estrategas de la seguridad continental son conscientes de los peligros que crea la incompatibilidad entre las políticas económicas neoliberales y la democracia. Bien lo afirma la CIA los gobiernos latinoamericanos tendrán que enfrentar la tensión entre cómo manejar las implicaciones del proceso de globalización y "democratización". La gobernabilidad nacional en el continente no será una tarea fácil para los cuadros técnicos neoliberales ya que sus frutos no serán iguales para todos, el Norte seguirá viviendo en abundancia a costa de la exclusión y pobreza de los pueblos del Sur.

Mientras que la CIA establece pistas para construir su lógica de seguridad en el hemisferio, el movimiento indígena y sus diversos componentes tienen otras preocupaciones y otras esperanzas, como lo describe la carta de Navidad que enviará la Fundación Pueblo Indio del Ecuador a su red de amigos en el continente destacando los logros del año 2000; decía la nota: "Se nos anuncia una Nueva Sociedad desde los pueblos indígenas de nuestro Ecuador, Nueva Sociedad, que la vamos construyendo...cuando: Familias Indígenas de Pucahuaico sonríen y son felices en su "vivienda digna" Mujeres Migrantes de "Jatun Ayllu" en Quito tienen "una sala de uso múltiple" y reciben los frutos de sus huertos familiares. Estudiantes Indígenas Universitarios tienen la seguridad de alimentarse mediante la "olla comunitaria". Los jardines de infantes de comunidades indígenas tienen seguro su maestro comunitario, y, mejoran sus locales y su equipamiento. Cientos de familias indígenas reciben atención médica, medicinas para sus "guaguas" y ayuda solidaria para la educación de sus hijos. Gracias a la atención de una obstetra y realización de talleres, cursos y proyectos productivos las mujeres indígenas organizadas se sienten más seguras y realizadas. Decenas de "nuestros abuelitos" vencen la soledad, se integran y reciben auxilio médico y alimentario para sentir menos sufrido el declinar de sus vidas. Se avanza en la concientización sobre los derechos de los pueblos indígenas y éstos son cada vez más respetados y valorados".

Cada cual ve la realidad según sus intereses, los indígenas en este siglo XXI seguiremos desafiando el futuro como lo hemos hecho por siglos y lo seguimos haciendo, como lo demuestran con su ejemplo nuestros hermanos de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que a pesar de los caminos de sangre y muerte que les impone la guerra interna colombiana siguen cosechando triunfos -en el año 2000 lograron obtener la gobernación del departamento del Cauca - y construyendo vida en comunidad.